por Kathy Kelly-Huey
Una imagen con frecuencia utilizada para describir al padrino ideal es la de un personaje con orejas grandes y de gran corazón. La imagen incluye brazos largos para proporcionar apoyo, pies fuertes para soportar el camino y una boca pequeña para dialogar pero no para dominar.
El Rito de Iniciación Cristiana de Adultos confirma esta imagen en su descripción de un padrino que acompaña a una persona que busca ser admitido como catecúmeno; los padrinos son personas que los conozcan, los ayuden y sean testigos de sus costumbres, de su fe y de su voluntad. (RICA, párr. 10)
De acuerdo con el rito, la responsabilidad del padrino es la de acompañar al ahijado y dar testimonio de su conversión. La formación para el padrino debe incluir entonces un entendimiento del discernimiento.
El discernimiento tiene lugar cada vez que demostramos interés en alguien haciendo preguntas como: ¿Cómo te está yendo? ¿Qué está pasando en tu vida? o ¿Cómo puedo ayudarte? Las respuestas a esas preguntas pueden ser muy reveladoras.
Igualmente, preguntas sobre la fe pueden demostrar cómo Dios está ayudando en la vida del candidato, por ejemplo: ¿Qué escuchaste a Jesús decir en el Evangelio esta semana? ¿Dónde o cuándo te sientes más cerca de Dios? ¿Has notando alguna diferencia en la manera en la que te relacionas con tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo? Las respuestas con frecuencia revelan la conversión que está teniendo lugar en la vida del candidato. A medida que los padrinos son testigos de esta conversión podrían ofrecer información a los miembros del equipo, quienes entonces pueden discernir más fácilmente si el candidato está listo para pasar a la siguiente etapa del proceso de iniciación.
¿Qué deben buscar los padrinos para discernir si ellos están listos para pasar a la siguiente etapa? Con frecuencia el rito mismo nos da las respuestas. Por ejemplo, observe las preguntas hechas a los padrinos durante el Rito de Elección:
¿Juzgan ustedes, en presencia de Dios, que estos candidatos son dignos de que se les admita a los sacramentos de Iniciación Cristiana?
¿Han escuchado estos catecúmenos fielmente la palabra de Dios proclamada por la Iglesia?
¿Han comenzado ellos a caminar ante Dios, guardando la palabra recibida?
¿Han compartido ellos la compañía cristiana de sus hermanos y hermanas?
Para que el padrino pueda responder verdaderamente a estas preguntas, debe tomar algún tiempo ANTES del Rito de Elección para reflexionar seriamente con sus ahijados. Estas preguntas pueden ayudarle al padrino a saber qué buscar en las vidas de los candidatos antes de celebrar el rito.
El discernimiento es una responsabilidad primaria en el papel de un padrino. Con una catequesis apropiada y un buen entendimiento, los padrinos podrán discernir apropiadamente, convirtiendo esa pequeña boca en un megáfono por medio del que resuena un SÍ como respuesta a las preguntas anteriores para que el mundo entero lo escuche.