En el proceso de RICA, el discernimiento es una habilidad necesaria de cada miembro del equipo que debe mantenerse siempre presente. Esta evaluación o discernimiento, como se llama a menudo, debe ocurrir de manera informal durante las sesiones del Precatecumenado donde se observa el crecimiento de cada simpatizante. Una vez que el equipo ha determinado que ciertos simpatizantes presentan la disposición para tomar el siguiente paso, debemos también invitar a los simpatizantes a ser parte del proceso de discernimiento de una manera más formal con una entrevista, discusión directa individual, o una sesión de reflexión en grupo donde se les guíe a discernir su propio crecimiento en la fe.
El Primer Paso: Aceptación en el Catecumenado (RICA, párr. 42), sugiere las siguientes disposiciones interiores que podemos observar que nos indican si el simpatizante está preparado para celebrar el Rito de Aceptación en el Orden de Catecúmenos o el Rito de Bienvenida:
1) Una fe inicial en Dios;
2) Una conversión inicial y la intención de cambiar de vida;
3) Un deseo de entrar en una relación con Dios;
4) Signos de arrepentimiento;
5) El comienzo de una vida de oración;
6) Familiaridad con el trato y espiritualidad de los cristianos.
Algunas de estas ya están presentes cuando una persona empieza en el proceso de RICA. Mientras que otras personas necesitan más tiempo para desarrollarlas y que se hagan evidentes.
Debemos permitir suficiente tiempo, el que sea necesario, para evaluar la disposición de los simpatizantes para participar en el rito. Los esponsores, padrinos, catequistas, diáconos, y parrócos tienen la responsabilidad de juzgar si hay muestra evidente de dichas disposiciones. (RICA, párr. 43)
Recuerde siempre repasar los párrafos del libro de RICA que contienen las instrucciones a seguir para el Rito de Acceptación (párr. 41-68), el Rito de Bienvenida (párr. 411-433) o los Ritos Combinados (párr. 505-529) para que el equipo de RICA pueda ofrecer la mejor experiencia de discernimiento a los simpatizantes.