por Angela Mancinelli
Nuestra obligación bautismal de compartir nuestra fe católica con los demás, puede parecer una tarea intimidante. En nuestra fragilidad y vulnerabilidad humana, a veces podemos sentirnos incapacitados o que nos falta conocimiento o confianza, pero contamos con la promesa que a través de Cristo, todo es posible.
Estamos llamados a ser pescadores de hombres y mujeres con la misión final de acercar a otros al Señor. Los catequistas y los padrinos de iniciación cristiana desempeñan un papel vital en la tarea que Cristo nos ha dado de hacer discípulos de todas las naciones. Como pueblo y comunidad, estamos en relación con la Santísima Trinidad. Dios, Padre Nuestro, dió un soplo de vida a Jesús; y el Espíritu Santo de Jesús nos da a su vez, un soplo de vida a nosotros.
Establecer un equipo de Iniciación Cristiana con catequistas y padrinos seguros de sí mismos puede lograrse de varias maneras; y honestamente, a veces es extremadamente difícil. Aquí hay algunas ideas para ayudar a la comunidad de su parroquia darse cuenta de la importancia de su participación:
- La oración es una herramienta clave para reclutar miembros. Al tener una conexión personal con el Espíritu Santo lo estamos involucrando a Él en el proceso.
- La mejor manera de reclutar miembros, es primeramente, haciéndoles una invitación personal. Acercarse a alguien individualmente, a través de una buena conversación y camaradería, crea la oportunidad para compartir las bendiciones de esta función y puede aclarar cualquier duda que exista en el proceso de consideración.
- Invitar a otros feligreses que ya han vivido el proceso del RICA es otra buena manera de dar testimonio a otros.
- Es de gran ayuda pedirle a su párroco que anuncie la necesidad de voluntarios en la misa y colocar una mesa con representantes cerca de la puerta para que compartan más acerca de estas oportunidades con posibles voluntarios.
- Ofrecer una actividad social durante la semana para invitar a los feligreses a que aprendan más acerca del proceso de iniciación cristiana es importante. El RICA es un proceso único con el que muchos podrían no estar familiarizados.
Una vez que los voluntarios son reclutados, es esencial que reciban apoyo continuo en sus funciones. La formación continua que incluye convivencia, oración, comunicación y catequesis es necesaria espiritualmente para recorrer este camino de fe.
¡Celebrar y reconocer a los voluntarios es la mejor manera de retener a los miembros de un equipo que está dispuesto a asumir la importante función de apadrinar y catequizar!